Kevin Benavides volvió a hacer historia. El piloto de motos salteño volvió a ganar en el rally más extremo del mundo, el Rally Dakar, y con esa conquista bajo el brazo regresó al país.
Unas 700 personas esperaban al ganador ayer en el Aeropuerto de Ezeiza. Aunque muchos de ellos no sabían bien de quién se trataba, entenderieron todo una vez que Kevin bajó del avión. Otros fanáticos, en cambio, llegaron al lugar en una enorme caravana de motos para recibirlo a lo grande.
El piloto se mostró gentil con todos e insistió con lo que significó para él haber ganado el Dakar: "una continuación de lo que logró la Selección de Fútbol en el Mundial de Qatar. Me inspiré mucho en eso", dijo, agradecido con quienes lo fueron a alentar.